
SANTO DOMINGO.- A la ciudad de Santo Domingo sólo le falta que le apaguen el sol, en los últimos días, los apagones se han multiplicado mientras los comerciantes se quejan de que la falta de energía eléctrica “ les deja pérdidas” y temen por la seguridad de sus negocios durante las horas de la noche.
Al ser entrevistados, moradores de sectores de Santo Domingo Norte, Este y Oeste, coincidieron en que desde hace más de una semana han aumentado los apagones, con tandas de más de diez horas continuas sin ese servicio.
Ruddy Presinal Pimentel, encargado del “Colmado Nicole”, en el Ensanche la Fe, dijo que ha visto disminuir sus ventas en los últimos días por la falta de electricidad ya que los productos de mayor salida en su negocio no se venden, pues es necesario que estén fríos para sus clientes.
“Se nos están dañando los productos que tenemos en la nevera, los embutidos, hemos tenido que reducir los pedidos en los últimos días. Escuchamos quejarse también a los clientes, porque quieren lavar su ropa y dormir tranquilos”, indicó.
De su lado, Julia Guzmán, propietaria de la Farmacia Martínez de ese mismo sector, expresó que han tenido que recurrir a cerrar temprano el establecimiento en los últimos días, para evitar ser atracados en la oscuridad de la noche, aunque precisó que su principal miedo es que los medicamentos que necesitan refrigeración se dañen y les produzcan pérdidas. Leer Mas
Al ser entrevistados, moradores de sectores de Santo Domingo Norte, Este y Oeste, coincidieron en que desde hace más de una semana han aumentado los apagones, con tandas de más de diez horas continuas sin ese servicio.
Ruddy Presinal Pimentel, encargado del “Colmado Nicole”, en el Ensanche la Fe, dijo que ha visto disminuir sus ventas en los últimos días por la falta de electricidad ya que los productos de mayor salida en su negocio no se venden, pues es necesario que estén fríos para sus clientes.
“Se nos están dañando los productos que tenemos en la nevera, los embutidos, hemos tenido que reducir los pedidos en los últimos días. Escuchamos quejarse también a los clientes, porque quieren lavar su ropa y dormir tranquilos”, indicó.
De su lado, Julia Guzmán, propietaria de la Farmacia Martínez de ese mismo sector, expresó que han tenido que recurrir a cerrar temprano el establecimiento en los últimos días, para evitar ser atracados en la oscuridad de la noche, aunque precisó que su principal miedo es que los medicamentos que necesitan refrigeración se dañen y les produzcan pérdidas. Leer Mas
María Eugenia del Pozo / www.listin.com.do
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